23 mayo 2008

Alma de blog I


Escribir para un blog es una afición divertida y una gratificante ocupación del tiempo de ocio, pero comporta algunos riesgos. Mantener un blog tiene sus ventajas y sus inconvenientes porque la crítica no perdona.

No es lo mismo un periodista que, por profesión, se dedica a escribir allí donde le pagan, que un médico que deja volar su imaginación y lanza al aire las palabras según se le ocurren entre exploración y diagnóstico. El periodista tiene en el idioma su herramienta principal, mientras que para el médico la herramienta principal es bien otra.

Esa es una de las limitaciones de un blog, escribir mientras cruzas la calle de la vida como un simple peatón no acostumbrado a pilotar un fórmula uno.

Otra limitación es la prisa. Uno tiene sus ocupaciones que le roban gran parte del tiempo y, además, quiere expresar sus vivencias sobre la actualidad que, por definición, corre tan veloz. Límites a la creatividad, por lo tanto; depurar un texto requiere tiempo y dedicación exclusiva.

Pero hay más obstáculos para poder explayarse en un blog: no contar con la suficiente capacidad de abstracción de los problemas cotidianos propios de la ocupación de cada uno que te permita disfrutar del ambiente propicio para pergeñar algo interesante.

Excusas. Y es que esta semana apenas he tenido un minuto libre para escribir en mi blog y luego los amigos me lo echan en cara...

Alma de blog: cuerno de toro, casco de caballo.

1 comentario:

mcarmenjerez dijo...

El eterno problema del tiempo y las prisas... Nos harían falta días con el doble de horas
Besicos