30 noviembre 2008

Matalambú


Primero fue la lengua que prodigó los nombres a pertrechos de infancia;
luego llegaron números, fábulas y saberes, calculada añoranza.
Bajo toda esa mole, sobre toda experiencia,
surgió la voz genuina, sonó palabra mágica
como una exhalación, un
¡hágase! solemne:
matalambú.

Y esa fue su cosecha, su contribución a la vida, y su misterio.

29 noviembre 2008

La banda del focus


Hace un par de días cerca de donde escribo se perpetró un atraco de película en una Caja de ahorros: disparos al aire, ¡todo el mundo al suelo!, agresión al director de la entidad para que facilitara la clave de la caja, huida con rehenes, disparos contra la policía que acude a las inmediaciones del banco y que repele el ataque. Los atracadores iban fuertemente armados y contaban con antecedentes policiales. Resultado del atraco: un atracador muerto, tres heridos (dos graves, un policía con un disparo en la mandíbula y el otro atracador), 31 disparos y 12 rehenes. Hasta aquí los hechos.



Tras el lógico revuelo inicial empiezan a escucharse los comentarios de rigor: que si por qué han tenido que matar al delincuente, que si no hacía falta tanto, etc.

Sorprende cómo alguna gente está predispuesta a solidarizarse con los delincuentes antes que con la policía. Es curioso cómo algunos están, de hecho, más cerca de los maleantes que de quienes tienen la misión de velar por la seguridad de todos. Por algo será y por algo se empieza.

Padecemos las consecuencias de la sempiterna picaresca llevada a extremos injustificables que considera al delincuente más de fiar que al policía. Y eso es grave.

La calle, en muchas ocasiones repica esa estética cutre y putre(facta) a la que contribuye y refleja de manera tosca y jocosa, una canción del sexagenario y a pesar de ello adolescente cantautor Sabina que es capaz de meterse en la piel de todos estos sujetos:

Al Capone en Chicago, mercenario en Damasco, sultán en un harén, tahúr en Montecarlo, el más chulo del barrio, violador en tus sueños, morfinómano en China, desertor en la guerra,

Mientras que en este otro, ni de coña:

¿Policía? ni en broma, dice Sabina.

Eso es: burla burlando...

Pues bien, los atracadores de la banda del ford focus como eran conocidos, emplearon toda la violencia que pudieron y atemorizaron a los vecinos con su proceder. Y las diversas fuerzas policiales actuaron como se espera que actúen los guardianes de la seguridad de todos. Que esa intervención disguste a otras bandas de parecido jaez que pululan por las calles entra dentro de lo esperado; lo que no es normal es que los ciudadanos objeto de protección pongan peros a quienes, arriesgando su vida, nos defienden de las agresiones de los delincuentes.






25 noviembre 2008

Bailar sin música


Le ocurría a Luci que con poca música, bailaba. Y de ahí a dispararse como carabina de feria todo era uno. Entró en un blog y empezó a criticar esto y lo otro. Era su manera de bailar, lo que pasa es que se confundía de foro (o de baile). Para ella más que entre ser o no ser, el dilema se establecía en estos términos: o blanco o negro.

Es una de las primeras asignaturas que tiene uno que superar: se puede bailar con poca música o si me apuras con ninguna, pero no existe algo parecido a o blanco o negro. No hablo del relativismo ramplón que detesto. Si hasta los coches usan amortiguadores…

¿Bailamos?

23 noviembre 2008

El paraíso de Maldivas


Maldivas, un archipiélago de unos 1200 islotes de los cuales unos 200 padecen la compañía desaforada de los turistas. Las islas están rodeadas por un círculo de coral dentro de una cinta turquesa sobre un mar esmeralda: el paraíso. La cima más alta mide poco más de dos metros de tal modo que un tsunami con olas de un metro sería suficiente para poner en estado de alerta a sus poco más de 300.000 habitantes.


Las autoridades de las Islas Maldivas han lanzado la voz de alarma ante las catastróficas consecuencias del temido cambio climático que hace subir el nivel de los océanos: si no se cambia la tendencia de aquí a final de siglo, las Islas Maldivas pueden desaparecer del mapa.

Qué mal va este mundo cuando hasta el paraíso busca nuevo emplazamiento. No nos hemos repuesto todavía del tsunami bancario que hace que los ciudadanos de a pie tengamos que prestarles a los bancos a fondo perdido metiendo para ello mano de nuestra raquítica caja para rescatarlos del diluvio que viene y ahora nos sorprende esta otra noticia demoledora: el paraíso, si Dios no lo remedia, tendrá que hacer mudanza.

Ya no está muy lejos el día en el que tengamos que alquilar una parcelita en la luna para vivir tranquilos. Mientras tanto viviremos al este del edén






MALE, la capital con una población cercana a los 100.000 habitantes.

21 noviembre 2008

Cuando se ama



Qué fácil ser amante cuando se ama.
Y enderezar torcidos y adecentar la acera.

Cuando se ama, es fácil ser buen padre y buen amigo,
y aprovechar el tiempo en las estrellas.
Y es fácil ser buen hijo y buen soldado cuando se ama.

Qué fácil es cumplir las normas todas cuando se ama,
qué dulces las esperas, qué agraz la despedida.

Cuando se ama hasta los huracanes llevan brisas
y las noches estrellas y el trabajo belleza cuando se ama.

Qué fácil es seguir al corazón cuando se ama
Qué tristes las ausencias, que tiernas las miradas.

Cuando se ama no molestan las piedras de la calle
ni el color de tu abrigo ni el sabor de la aldea cuando se ama.

(¡Qué fácil es matar cuando se odia!)



18 noviembre 2008

El dialecto de la vida




Es el material del que se sirve el escritor para plasmar su arte, según reflexión sabia de Robert Louis Stevenson en sus Ensayos Literarios (Hiperión). Y sigue: la literatura está condenada a trabajar en mosaico con palabras limitadas. Las otras artes obtienen relieve, continuidad y rigor a través de ciertas supresiones negadas a la literatura: ninguna pincelada de jeroglífico, ningún empaste alisado, ninguna sombra inescrutable, como sucede en la pintura; ningún muro ciego, como en la arquitectura… Un maestro.

Y el otro, (León Felipe): Pero ¿qué están hablando esos poetas ahí de la palabra?
Siempre en discusiones de modista:
que si desceñida o apretada ...
que si la túnica o que si la casaca ...
¡Basta ya! La palabra es un ladrillo. ¿Me oísteis? ...

Dos definiciones de la materia prima del escritor: dialecto de la vida y ladrillo. Las dos parten de la misma metáfora en la construcción del universo poético. Hágase la luz en los siete días de la creación (con sus siete noches como diría el chistoso).

La blasfemia y la plegaria; cruz y cara, envés y haz, águila o sol (otra vez León Felipe). Y más: todo sirve con tal de que arda…

17 noviembre 2008

Robar un cuadro


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Mcarmen - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Y unos pájaros cantaban
cuando vi tu cuadro
y lo robé,
no pude evitarlo.

El robo fue delito y hecho está,
y tendrá su castigo,
pero he aquí el bello cuadro.

Si alguien diere con la autora
de tan precioso lienzo
no le implore perdón:
no me arrepiento.

16 noviembre 2008

Los pasos perdidos



Me crucé con ella en el corto pasillo entre las dos habitaciones de la casa. Era una mañana brumosa de noviembre y apenas nos rozamos con un expeditivo y somnoliento hola, ¿cómo estás? Al poco rato, el eco sordo de sus pisadas moría en el salón y entonces el pasillo recuperaba su rutina.

Por la noche soñé con ella. En realidad fue más que eso: coincidimos en un ensueño donde nuestros ojos ahítos de tristeza se besaron hasta el alba y en la intimidad de la alcoba nos entregamos a la pasión. Pero nunca en la vigilia intercambiamos una sola palabra sobre nuestros atormentados encuentros nocturnos. En el sueño, esa especie de alucinación tan real como la mesa sobre la que transcribo el relato de su recuerdo, se sucedía a través del pasillo un trasiego de cuerpos de una habitación a otra, un continuo trasvase de un alma a otra alma, enfrascados los dos en la borrascosa aventura camino a ninguna parte.

Recuerdo que en una de las idas y venidas me dijo: el amor es un invento de nuestra mente para hacer la soledad más llevadera. Y dejó caer mi mano como quien se resigna ante una revelación dolorosa. Y un poco más tarde se destapó con esto otro: el amor es un teatro con un único espectador; una representación que nos hacemos para olvidar que la niñez no volverá ya nunca más. Cuando le recordé que para el amor hacían falta al menos dos personas me lanzó una sonrisa de reproche y la oí decir: en realidad nos enamoramos del amor mismo. El amor es como un espejo: nunca vemos más que lo que hay reflejado al otro lado.

Días estériles sucedían a noches feraces donde yo la esperaba y ella aparecía más tarde o más temprano. De pronto su silueta se imponía a la negrura del pasillo, testigo reservado de nuestros encuentros nocturnos, y a mi se me sonreía el alma.

Pero un día el pasillo se llenó de un estruendo de muerte. Cuando llegué junto a ella encontré su cuerpo encogido en el suelo, inmóvil. Ni un pálpito ni un suspiro. Sus ojos como hielos me fijaban desde dos cuencas vacías. Desde entonces salgo a menudo a buscarla al pasillo por si vuelve.

15 noviembre 2008

Por encargo II



A estas alturas de la noche
, Juan Madrid, sopesaba la manera de hacer mutis y escapar por la puerta de atrás. El visitante se entretenía observando con minuciosidad los objetos en los estantes y aún habría entrado en cada uno de los aposentos a no ser porque Juan evidenciaba un nerviosismo morboso.

- Dice usted que el dueño de la casa la abandonó, dejó caer el visitante como quien no quiere la cosa mientras paseaba arriba y abajo del salón. ¿No le resulta al menos curioso? ¿Por qué extraña razón un hombre de éxito desaparece de la noche a la mañana y deja una mansión como esta en manos de un desconocido? Preguntó con una mueca que respondía a su pregunta.

Juan apenas acertó a esbozar algo así como un titubeo y luego tiró de audacia y se encaró al visitante: mire, o me dice usted a qué ha venido a estas horas o llamo a la policía. Se sorprendió de oírse decir aquello y estuvo a punto de derrapar en una sonrisa que no venía al caso.

Ricardo sonrió y sus ojos de águila brillaron como quien domina la situación. –Hágalo, estaré encantado, dijo resuelto, yo esperaré aquí. Y se dejó caer en el sillón donde solía acomodarse el dueño de la casa, dando la espalda a la puerta principal.

Esto es de locos: masculló Juan, deshecho en nervios. De pronto se recompuso y emprendió otra estrategia con ánimo de zanjar la situación de una vez: conocí a don Ernesto que así se llama el dueño de esta casa, -tanteó queriendo controlar la situación- el jueves en la presentación de mi último libro. Dijo que leía con fruición todos mis escritos, especialmente los de la serie de aventuras sobre los cárteles de la droga latinoamericanos. Y me invitó a trasladar mi estudio por unos días a esta su casa que no usaba, mientras él permanecería fuera en París para un asunto de negocios. No pude declinar la invitación ante tanta amabilidad. Eso es cuanto sé del asunto. Y ahora, ¿me va usted a decir qué significa su presencia aquí?

La excitación le había impedido percatarse de los últimos movimientos de Ricardo hasta que un fugaz destello llamó su atención. Se trataba del brillo de unas cachas de nácar de lo que no podía ser otra cosa sino un revólver Magnum 44 plateado que yacía sobre su libro, Despertar en Medellín. Éramos pocos…




De manera torpe y caótica se levantó de la silla e intentando ganar tiempo, ofreció algo de beber a Ricardo mientras él se embauló al gallete un trago largo de Macallan 1926 Whiskey que encontró en el mueble bar. Ricardo, por su parte, se administró una generosa copa que paladeó a placer en sorbos cortos y bien espaciados, como si fuera a ocupar toda la noche en amena charla.



Salir corriendo ya no serviría de nada. De manera que Juan Madrid se dejó caer en un sillón cercano al de Ricardo y observó la escena como lo haría un espectador en el cine.


Continuará en III

09 noviembre 2008

La flauta mágica


Cuerda...

Desde los albores de la vida aprendió a bailar al son de la música que le tocaban. Y hoy ya no era feliz.


Viento...

Un buen día acertó a pasar junto a un cañaveral y se fabricó una flauta. De la flauta salía un dulce sonido que embriagaba el valle con sus deleitosos ecos.


Y percusión...

Y tocó en la soledad su música al son de la cual otros muchos terminaron danzando.



07 noviembre 2008

¿Dónde está Azpeitia?

Desapareció y se llevó con él la poesía...



P.D. Hoy estamos de enhorabuena: volvió Azpeitia y con él su canción.





03 noviembre 2008

Alma de blog III: la cebolla


Parece ser que todo lo que se nos cuela por la ventana de los sentidos solicitando nuestra atención nos toca con un doble propósito. Lo que en un principio es información necesaria, posibilidad de aventura y descubrimiento de un mundo fascinante, se convierte con el tiempo en un extravío (desvío) de lo que en verdad importa. Algo así como el dedo que señala un objeto: no es al dedo al que hay que mirar sino al objeto.

Pues bien, determinados intelectuales manifiestan una actitud o pose que consiste en interpretar la realidad a la manera de una sinécdoque. Según esta interpretación parcial, observan la realidad como formada por una sola capa de la cebolla y se sienten en la obligación intelectual de negar las otras capas e incluso de tirar por tierra todo lo que se sale de esa chata visión del mundo. Es la esclavitud de la propia miopía (pose). En cierta medida todos adoptamos esa postura, cada uno de nosotros en su campo de actuación cotidiana, como queriendo deslindar, diseccionar, separar, especializarnos para comprender mejor, pero luego nos encontramos con un miembro desgajado del cuerpo y olvidamos el cuerpo al que iba unido y del que formaba parte: nos dejamos enredar, pues.

Frente a esta postura hay otra: la de quienes creemos que la realidad es más rica y más abierta a sorpresas, que admite matices y que en ella hay lugar para lo mágico, lo misterioso, lo sublime y lo que no se puede nombrar porque si se le pone una etiqueta, caduca. Un ejemplo ilustrará de forma clara lo que quiero decir: mientras para algunos el corazón sólo sirve para bombear sangre (eso es quedarse atrapado en una capa de la cebolla, en una especie de burbuja que excluye todo aunque su verdadera intención sea contenerlo todo), para los poetas el corazón es una metáfora de ricos matices y profundo significado. Esto último es tomar la cebolla entera.

Hay una cita de León Felipe que siempre me llamó la atención es aquella que dice lo quemaría todo. ¿Qué particular caída del caballo hace considerar fútil, insustancial los propios escritos de un autor cuando se acerca su final? Mi respuesta apunta a la teoría de las capas de la cebolla: tal vez el poeta intuye que ha estado rondando siempre por la misma capa y hay una cebolla completa que se le escapó. (No sólo los poetas, hay muchos otros escritores que, de una u otra manera, lo ponen de manifiesto)

Todo esto hace referencia a la escritura; por ejemplo cuando leo al desasosegado Pessoa, por ejemplo, me viene a la cabeza la dichosa cebolla: todo es cierto desde una determinada visión pero puede ser irrelevante desde otra. La gran piedra situada a mitad de la montaña es una nimiedad vista desde arriba. Por supuesto que todo lo que uno siente, observa, vive, aun lo pequeño y nimio es respetable y valioso. Por lo tanto no critico al gran escritor Pessoa.

¿Cómo se aborda toda la realidad? ¿Cómo se deshace el ovillo completo, la cebolla entera? Una cosa es cierta: si miramos siempre desde una misma ventana o respiramos por la misma herida, otros mundos nos darán la espalda.



01 noviembre 2008

El hipotequito

................ Fotograma de La Naranja Mecánica .......................


Le llaman así al presidente de la república independiente de su casa. Está jodido porque viene chunga la cosa esta de la extraña crisis que llegó a falta de nombre y apellidos. Nunca se vio nada igual. Estos días son como para no recordar jamás y sin embargo, el tal hipotequito, no va a poder olvidarlos nunca. ¿Cómo se comerá el turrón estas navidades? ¿Llegará con los piños intactos a las fiestas?

Lo cierto es que el hipotequito está alarmado. Y la solución propuesta a la gran movida, eureka va, eureka viene, todavía le propina otra vuelta de tuerca a su asombro de cada mañana: resulta que millones de españoles dejarán de hacer frente al pago de sus hipotecas, no por capricho sino porque el sueldo no les llega y ¿qué hace el gobierno?: inyectar liquidez a los bancos que como todo el mundo sabe tendrán que afrontar serias dificultades para hacer frente al papeleo del trámite farragoso que supone dejar en la calle a miles y miles de hipotequitos y tener que quedarse con sus viviendas, no sin antes liberarles, eso sí, de la pesada carga que habían de soportar cada mes. El beneficio del Banco Santander sube un 6,1% en el primer semestre, vomita un diario económico en la red;
lo dicho, los pobrecitos no tienen sucursal donde caerse muertos y había que rescatarlos de sus penurias. Los sentimientos humanitarios no deben perderse nunca…

Porque esa es otra: el currito de a pie es quien además tendrá que servir de jeringuilla para la inyección esa de liquidez a los bancos. O sea, el mismo currito que perderá su casa por no poder atender al pago de la hipoteca será quien inyecte liquidez desde su exhausto bolsillo a las arcas de los bancos que están las pobrecitas que dan pena. ¿A usted no le dan lástima? Pues hágaselo ver porque eso es síntoma de falta de patriotismo en la sangre.

Y digo yo que eso les pasa a los hipotequitos por no preocuparse del lenguaje ni de la etimología de las palabras ni de la semántica ni de otros menesteres igual de importantes. Abre el ojo, chaval. Veamos: hipotequito, o lo que es lo mismo, te-quito-el-hipo o te-libero-de-hipoteca-y-me-quedo-la-cartera y te dejo en la puñetera calle (consecuencia natural de lo primero). ¿Cómo lo ves? Pero tranquilo, hombre, que todo cuerpo con rabo tiene su cabeza en la otra punta y esto, como no podía ser de otro modo, tiene su parte buena: el banco te libera de la espada de Damocles que pendía cada final de mes en forma de recibo sobre tu cabezota amenazando con rompértela. Ahora ya puedes levantar la testuz que vas ligero de equipaje. Como nuevo, vamos. A cambio, (todo tiene un precio), también te exonera de la funesta manía de disfrutar de una vivienda en propiedad, que no creas que es tan importante en tu vida: dedícate, full time a la cría del caracol sin cuernos o a la cosecha del trébol de cuatro hojas y consuélate con el noble pensamiento de que es un gobierno con sensibilidad social el que lleva la ejecución a cabo (tu ejecución sumarísima, muchacho). Fuego amigo, buen hombre.

¿Quién dijo que los gobiernos y los bancos no se preocupaban del ciudadano de a pie? Gente malpensada la hay en toda comunidad de vecinos. En la vida, a veces, hay que hacer borrón y cuenta nueva. Y a eso dedican sus esfuerzos: hacen borrón con los hipotequitos y abren una cuenta nueva a quienes puedan avalar un sustancioso crédito.

Sonría para la foto, venga, y no me sea rencoroso.