“Podrás besarme si lo deseas pero nada de sexo”.
Fue la primera mujer que me habló claro. La puse mirando a Murcia y le besé la nuca. Casi me quemó los labios, como de fiebre. Cuando los retiré ella aun tenía los ojos semicerrados y un temblor mórbido recorría su cuerpo.
“Los hombres vivís en un continuo error”, acertó a decir entre balbuceos cuando se repuso; “yo no necesito tenerte dentro de mi para sentirme plena. Tampoco me hace falta que te expliques para percibir tu bullicioso mundo interior”.
Con su voz de miel tarareó una bella canción, acariciando sin prisas cada palabra: “deja tus ojos abiertos cuando caiga la tarde que yo entraré por ellos como nieve que arde…”
Alargué mi brazo hasta encontrarla. ¡Cuánta ternura en una mano!
Tendida en la cama, con los labios entreabiertos, parecía una diosa. La besé largamente. El peso de mi cuerpo la fue rindiendo toda. Su respiración se entrecortó y morimos los dos.
10 comentarios:
¿Alabanza o crítica? what do you prefer?
...un relato muy a tono con la hora de la siesta en julio.
Saludos, Prometeo,
Yo sí que soy un náufrago!!!:
http://www.worldlakes.org/uploads/ohrid_locator_72a.jpg
HELP!!!
Lo peor es la indiferencia, annabel, de manera que en ese caso bienvenida sea la crítica.
Saludos.
Anónimo dice que es un náufrago de verdad, ¿dónde están sus credenciales?
Saludos
Saludos Naúfrago. Te animo a que no abandones este blog, y nos deleites con estas lecturas llenas de "sustancia".
Saludos.
Marialaura.
Hola murcianica, qué alegría verte por aquí.
Saludos
Espero que a mí me saludes con el mismo fervor, JM
CRZDT
Tú siempre serás saludada con fervor crzdt.
Besos
¡¡Qué feliz me haces, JM!! ;-D
Se me olvidó. Soy CRZDT jajaja
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