04 octubre 2025

¿Qué queda cuando el silencio habla más que las palabras?


¿Alguna vez has sentido que el silencio tiene más peso que cualquier grito? Que en una habitación vacía, las paredes se inclinan hacia ti, como si guardaran la memoria de todo lo que callaste. 

Hay silencios que abrigan. Otros que queman. Y algunos que son tan densos que parecen tragarse el aire que respiras. Esos son los más inquietantes: los que no admiten coartadas ni excusas, los que te obligan a escuchar lo que nunca quisiste oír. 

Quizá sea cierto que el silencio es el último espejo. Allí donde desaparecen las frases, donde no queda más que la respiración acompasada de quien piensa en secreto. Allí donde se revela lo que eres, sin adornos. 

He visto cómo la gente huye del silencio como si fuera una trampa. Encendemos pantallas, llenamos las horas de ruido, tejemos conversaciones vacías solo para no escuchar lo inevitable. Pero hay un momento en el que todo se detiene, y entonces… el silencio te alcanza, como un náufrago que no sabe si esa ola que se acerca es salvación o condena. 

¿Y si el silencio fuera, en realidad, la voz más pura que tenemos? ¿Y si en vez de temerlo lo habitáramos, como quien entra en un bosque oscuro con la certeza de que al fondo habrá una salida iluminada? 

Hoy me atrevo a lanzarte un reto: la próxima vez que te encuentres frente a un silencio incómodo, no lo esquives. Quédate ahí, dentro, hasta que empiece a hablar. Quizá descubras que lo que tanto evitabas no era más que tu verdad esperando a ser escuchada. 

Reto del náufrago: Atrévete a pasar cinco minutos en silencio absoluto, sin música, sin pantallas, sin nada. Después, cuéntame… ¿qué fue lo primero que apareció en tu mente?

1 comentario:

María dijo...

Me ha encantado la reflexión que haces sobre el silencio. Y me has hecho pensa sobre ello.

Ese silencio que tanto tememos encontrar. Pareciera como si necesitáramos llenar nuestra soledad con ruidos, porque parece que sentirse en soledad fuera como si escucháramos nuestra propia voz y no quisiéramos estar frente a frente a uno mismo. Necesitamos bullicio, compañía, estar ocupados, con algo en la mano, o delante de los ojos, necesitamos escapar de algo...

Haré el reto que pides y ya te contaré...

Un saludo.